Como es habitual en el mes de diciembre, la Clásica Hotel Olimpo reúne en la localidad cántabra de Isla a muchos de los mejores equipos de la especialidad de Regularidad. Equipos procedentes del País Vasco, Asturias, Madrid, Galicia o incluso de Francia, se dieron cita en el Hotel Olimpo para disputar su décima edición que contó con la participación de 56 equipos.
Dos etapas han sido las que han tenido que recorrer. La primera el viernes por la noche y la segunda en la jornada del sábado, completando más de 500 kilómetros de recorrido por las carreteras cántabras y que han puesto a prueba a vehículos que, con más de 25 años siguen demostrando su capacidad para la competición. Si bien en esta prueba la manera de luchar contra el crono es diferente a la velocidad, mantener una media establecida por los organizadores es la misión de estos equipos, algo que no siempre es fácil de lograr, ya que transitar por tramos de montaña, carreteras muy estrechas y no siempre con el mejor asfalto a medias entre 30 y 50 kilómetros por hora, hacen que la cosa se complique.
La organización de la Clásica Hotel Olimpo siempre se ha caracterizado por “poner trampas” a lo largo del recorrido, algo que en esta décima edición no podía faltar. Establecer un control de paso en el que el copiloto se tenia que bajar del coche y entrar a un bar para sellar el carnet de ruta y donde miembros de la organización de la carrera le ofrecían polvorones, no es algo que sea muy habitual, pero en el Olimpo puede suceder todo lo que en otras pruebas no existe. Quizás por esto, y por la buena organización que siempre han demostrado en estos años, han logrado colocar a esta prueba como una de las citas más importantes de España.
Sin embargo, la “trampa” que sin duda fue la más comentada de la prueba, fue el control de paso que se establecía a menos de 100 metros de cruzar el arco de meta instalado en el Hotel Olimpo. Un control donde 31 equipos no pasaba y que eran penalizados con 60 puntos.
Uno de los que no pasaban por este control era el que hasta ese momento lideraba la prueba, Ángel Tomás Pérez y Marcos Domingo, viendo su clasificación con 60 puntos más que les hundía en la clasificación hasta la novena plaza.
Ángel Tomas Pérez y Marcos Domingo estuvieron al frente de la clasificación prácticamente durante toda la prueba y defendiéndose de los ataques lanzados por equipos como los Macho, Blanco-López, Conde-Gutiérrez, Foronda-González o quienes finalmente se adjudicaban la victoria, Asier Santamaría y Roberto Rentería.
Un vez computados todos los tramos cronometrados y aplicadas las diferentes penalizaciones, Asier Santamaría y Roberto Rentería se subían a lo más alto del podio por delante de los actuales Campeones de España de Energías Alternativas, Eneko Conde y Marcos Gutiérrez que terminaban por delante de Chema Foronda y Adolfo González que cerraban el podio.
En el resto de categorías puestas en juego, el equipo compuesto por Ricardo Pérez de Vega y Jesús María Landa se imponían con un Audi Coupe Quattro en la categoría Mitic, mientras que entre los equipos que no llevaban instrumentos complementarios de medida, Eduardo San Emeterio y el actual presidente de la Federación Cántabra de Automovilismo, Gonzalo Pérez, lograban la victoria con un BMW.
En la categoría de media baja, la victoria fue para Bruno Da Silva y Marcelino Vallas, que además de la victoria en este apartado, lograban una meritoria cuarta plaza de la general.
El trofeo que ofrece la Asociación “Luchamos por la Vida”, uno de los más importantes de la prueba, se establece después de que varios equipos participantes se unan formando equipo, estableciéndose una clasificación con los resultados de éstos y con los puestos que cada uno ocupa en la general. En esta edición el trofeo era para la formación “Da Igual”, compuesta por Foronda, Conde, Albiñana, Fauri y Cengotita.
La entrega de trofeos de esta décima edición se realizaba en el transcurso de una cena de gala en la que no faltaron momentos emotivos. La dirección del Hotel Olimpo, con su gerente José Ramón Ortiz al frente, quisieron destacar el buen trabajo que los integrantes de la organización han realizado en las diez ediciones celebradas, obsequiándoles con un pequeño detalle y una tarta para celebrar el décimo aniversario.
También la organización quiso premiar a los colaboradores que desde la primera edición han apoyado y trabajado en la prueba entregándoles una albarca de oro, siendo Isaías Bringas y Fidel Sierra los que la recibían por su colaboración en la organización, mientras que Agustín Cobo Teja, del Área de Servicio Avia de Castanedo la recibía como patrocinador.
La organización entregaba una cuarta albarca de oro a José Luis Real, “”Whity”, en reconocimiento a su ejemplo de lucha que a todos nos esta dando en su lucha contra su enfermedad, y que a pesar de ella, lograba concluir la prueba.
En resumen podemos decir que un año más la Clásica Hotel Olimpo ha resultado un éxito deportivo y organizativo, y es que cuando las cosas se hacen con cariño, ganas y trabajo, el resultado siempre es bueno.
En breve subiremos una galería de fotos de esta prueba.