De Los Corrales de Buelna a Sunderland para todo el continente europeo. La nueva generación del Nissan JUKE que se produce desde el pasado 10 de octubre en la planta de Nissan en Sunderland (Reino Unido) cuenta también con el sello de Nissan Motor Ibérica (NMISA), ya que dos de los componentes con mayor valor añadido del vehículo -los discos de freno y las manguetas de dirección- se fabrican en la planta de fundición y mecanizado de la compañía en Los Corrales de Buelna (Cantabria).
Dicho centro industrial comenzó a producir en exclusiva en septiembre las piezas mencionadas. Su puesta en marcha ha requerido más de 4 millones de euros entre inversión y costes de introducción del proyecto. Esta actividad contribuirá, por tanto, a que la planta de Los Corrales de Buelna continúe siendo un referente europeo para el resto de centros de fundición y mecanizado de la Alianza a nivel internacional.
Nissan ha vendido en Europa casi un millón de unidades (un 10% en España) del JUKE, un modelo que sorprendió por su particular estética y que ahora llega a su segunda generación después de casi una década en el mercado. El innovador JUKE, un crossover cupé deportivo y atlético, estará disponible en los concesionarios españoles a finales de noviembre.
El director de Operaciones Industriales de NMISA en Cantabria, Eduard Reimondez, destaca que este proyecto “contribuye de forma importante al plan industrial a medio plazo de la planta de Cantabria. Continuamos enfocados en ser un centro de producción de alta calidad y competitivo en costes”.
Nissan apuesta por el futuro a largo plazo de la planta de Cantabria y por ello está trabajando para conseguir nuevas oportunidades dentro de la Alianza Renault-Nissan-Mitsubishi. Prueba de ello es el ritmo inversor realizado en los últimos siete años, que asciende a 9 millones de euros anuales, y que ha consistido en innovaciones en las líneas de trabajo.
Situada a 40 kilómetros de Santander, la fábrica de Nissan en Los Corrales de Buelna proporciona empleo actualmente a más de 500 personas y es una de las plantas de fundición y mecanizado más importantes de Europa. Está orientada en ser excelente en la fabricación de piezas imprescindibles, especialmente discos de freno y manguetas de dirección. Produce piezas para vehículos de las fábricas de Nissan y Renault en Europa, siendo por tanto una planta clave para la Alianza. Además de para el JUKE, la fábrica suministra componentes para los modelos Qashqai, Micra, e-NV200, LEAF y Navara de Nissan, así como para los modelos Kadjar, Megane y Captur de Renault. En 2018 produjo más de 45.000 toneladas de componentes.