La afición vasca, asturiana, cántabra y navarra o del norte castellano se ha volcado con esta feria del vehículo clásico, de época y colección, lo que ha permitido batir las previsiones, que se estimaban en unos 35.000 aficionados, al igual más o menos que el año anterior.
La asistencia masiva de público ha generado mayor volumen de negocio, tanto en la zona comercial como en las operaciones de vehículos, si bien estas son difíciles de precisar. Lo que sí se ha palpado entre los expositores ha sido una satisfacción generalizada por cómo ha transcurrido el certamen, pues no sólo se materializan operaciones de compra/venta in situ, sino que hay contactos comerciales posteriores, de forma que algunos coches o motos se venden después de la Retro Clásica Bilbao.
Entre los modelos de la exposición que más llamaron la atención, por su exclusividad y rareza, figuraron el Seat 600 Caba (sólo dos ejemplares en el mundo) y el Fiat 1500 cabriolet Pininfarina, ambos del coleccionista Lerchundi. Próximos a este stand figuraban cuatro Rolls-Royce del Museo Torre Loizaga cuyo prestigio los hace merecedores de la atención pública. En este caso, entre estas piezas destacaron coches con unos 90 años de antigüedad, como el R-R 20 HP de 1926 o el R-R 20/25 HP de 1934.
Entre las motos, la muestra evolutiva de la Vespa por su 70º aniversario, con un especial brillo de la Vespa 125 N de 1951, de faro bajo, o la presencia de la JJ Cobas Bultaco de trial, un prototipo cedido por un coleccionista, y la variedad de motos campeonas del club Plentziaclassic han hecho disfrutar a los presentes.
El evento deportivo Motorshow ha despejado dudas con su nuevo formato y ha triunfado entre los espectadores, que han podido vibrar en cada jornada con una prueba de principio a fin, frente al formato anterior donde todo se dilucidaba el domingo. Sin abandonar el ‘meta contra meta’, que siempre permite una comparativa visual del discurrir de la prueba, este modelo contra el crono ha servido para que los pilotos más finos y que mejor han adaptado su coche a la pista hayan ido pasando a las fases decisivas. Así, el sábado arrojó como campeón a José Antonio Insausti (Opel Kadett GSI), subcampeón a Xavier Pujana (Ford Fiesta 1600) y tercero fue Aitor Carrocera (BMW E30). El domingo el ganador fue Ander Arana (309 GTI), subcampeón fue Txus Jaio (BMW E30) y tercero, Jorge González Salinas (BMW E36), ofreciendo todo ellos un magnífico espectáculo, seguido por miles de espectadores desde las gradas. Esta edición del Motorshow contó además con la presencia de destacados pilotos fuera de competición, como Ander Vilariño o su hermana Ángela Vilariño, así como Joseba Iraola, que formaron parte de una exhibición.