La séptima edición del Rallye Tierras Altas de Lorca, cita inaugural del Campeonato de España de Rallyes de Tierra 2018, acaparó durante el fin de semana toda la atención mediática y del público a nivel nacional.
Aunque el polvo en suspensión o los cambios del tiempo a lo largo de la jornada complicaron la prueba, nada impidió a los dos vehículos alineados por la estructura cántabra desempeñar su papel de forma fluida y sin contratiempos reseñables. Y es que tras la primera toma de contacto sobre la superficie en Paracuellos, los siete tramos y alrededor de 110 kilómetros de acción en este rallye suponían un importante reto para Peláez y Blach.
El piloto de Carmotive, guiado esta temporada por el experimentado copiloto cántabro Fito del Barrio, demostró una lectura muy inteligente de la carrera, rodando de menos a más y escalando posiciones sucesivamente en la clasificación general a medida que avanzaban los tramos. Aunque la victoria final ha correspondido a Xevi Pons y Jordi Mercader a los mandos de un Peugeot 208 R5, seguido de Willy Villanueva y de Jorge del Cid, el madrileño de RaceSeven se aupó hasta una buena cuarta plaza final en la que ha sido su primera carrera “oficial” a los mandos del Skoda Fabia R5.
Este resultado es por lo tanto muy esperanzador, ya que a partir de ahora tan sólo queda conseguir más velocidad carrera a carrera para pelear por cotas mayores. Además, la cuarta posición permite al piloto del vehículo de la firma checa sumar unos valiosos puntos de cara a la clasificación general de CERT.
Por otro lado, la mediatizada Beca Junior R2 iniciaba su andadura en Lorca en su segunda temporada. Aspirando a pelear por el título en esta temporada, la pareja formada por Roberto Blach Jr y José Murado han vuelto a confiar en los servicios del equipo dirigido por Víctor Pérez para lograrlo. Aquí salieron con un discreto sexto puesto bajo el brazo dentro de esta categoría, penalizados en buena medida por la falta de experiencia del gallego sobre tierra, una asignatura en la que poco a poco va dando los pasos acertados.
Prueba de ello fue su mejora constante de los cronos a bordo del Peugeot 208 R2, sobre todo en las segunda pasadas. Con ello lograban el objetivo fundamental de cruzar la línea de meta sin sobresaltos, sumar kilómetros en la tierra y, sobre todo, irse para casa con los primeros puntos para la Beca Junior R2.