No está siendo nada fácil la Baja de Italia. Si el agua, el barro, las roderas, amenazaban, claramente desde el inicio, a los UTV, las continuas pasadas a los tramos, han hecho de las suyas.
Y no sólo le ha ocurrido a José Luis Peña, sino que, incluso, al hasta ayer líder, el italiano Altoé, que corre en casa, le ha pasado factura, pasando ahora, a estar en la quinta posición, justo un puesto por encima que el piloto cántabro.
La segunda etapa de la Baja de Italia, compuesta por tres Súper Especiales disputadas sobre el mismo recorrido, contaba “con una primera parte muy dura, pero luego muy rápida”, como explicaba José Luis Peña, tras una primera pasada al tramo, que se “nos dio muy bien, hasta el kilómetro 42. Cogimos al que nos precedía justo antes de pasar el río, pero a la salida empezaban las pistas de guijo, con mucho polvo, y aunque dábamos al sentinel para que se apartase, no nos dio paso y estuvimos 34 kilómetros detrás suyo, sin ver, sin poder adelantarle y más lentos. En el kilometro 76, por fin, le pudimos adelantar y al llegar a meta nos dijo que no le funcionaba el aparato”.
La siguiente pasada se desarrolló “a gran ritmo, hasta el kilómetro35, al final del río, cuando notamos un ruido metálico y pensamos que algo se había roto. Revisamos todo y no encontramos nada raro, pero el ruido continuaba, así que preferimos ir despacio en las pistas. Al llegar a la asistencia, revisaron el Polaris y comprobaron que era una piedra metida en la transmisión que rozaba con el nudo de enganche. Menos mal que fuimos conservadores y precavidos, porque de haber tirado fuerte, podíamos haber roto la transmisión”.
Tras la tercera Súper Especial, José Luis Peña y Rafael Tornabell ocupan la sexta posición de la clasificación en UTV. Para mañana domingo, quedan dos Súper Especiales más, de 87,41 kilómetros, que decidirán, finalmente, si el húngaro Zlatan Garamvölgyi, líder provisional, se proclama ganador de la prueba italiana.